CIRUGIA VASCULAR

NEUROCIRUGÍA

VASCULAR

NEUROCIRUGÍA VASCULAR

Las enfermedades cerebrovasculares de manejo del Servicio de Neurocirugía comprenden una amplia variedad de patologías, entre las más conocidas encontramos: aneurismas, malformaciones arteriovenosas y los cavernomas. Este tipo de patologías requiere del manejo multidisciplinario con otros especialistas a saber, neurólogos, Cirugía Endovascular y Radiocirugía Gamma Knife; las diferentes patologías son analizadas en ateneos por nuestros experimentados especialistas para aconsejar e indicar el mejor tratamiento.

ANEURISMA CEREBRAL

es una dilatación de una arteria dentro de la cabeza en forma de saco, baya o pera; se originan a partir de una debilidad en la pared de la arteria y van creciendo a lo largo de la vida con la posibilidad de romperse y producir una hemorragia cerebral (aneurisma roto). Otras veces se los descubre por casualidad (aneurisma incidental) o pueden dar síntomas por comprimir a otras estructuras del cerebro (aneurisma sintomático). El mayor peligro radica en la rotura, y entre los factores de riesgo de ruptura son la hipertensión arterial, hábito de fumar, abuso de alcohol y drogas (cocaína), forma y tamaño del aneurisma. Los aneurismas cerebrales son más frecuentes en los adultos de 30 a 60 años que en los niños. La mayoría de los aneurismas no dan síntomas hasta que son grandes y comprimen nervios u otras estructuras o se rompen provocando una hemorragia cerebral; entre los síntomas habituales encontramos la cefalea que los pacientes la refieren como “la peor de su vida”, visión borrosa, algún párpado caído, menor fuerza de brazos y pierna o la boca desviada, naúseas-vómitos, pérdida de conocimiento, etc. Los estudios para arribar al diagnóstico son la Tomografía computada, la Resonancia magnética, Angiografía por Resonancia magnética o por Tomografía computada; pero el estudio por excelencia es la Angiografía digital cerebral tridimensional la que analiza con precisión la ubicación, forma y tamaño del aneurisma.

Los pacientes portadores de aneurismas cerebrales (lo sepan o no) tienen la posibilidad de ruptura, pero no todos se rompen. Cuando se detecta un aneurisma cerebral se analiza caso por caso entre nuestros Especialistas porque ningún caso es igual a otro. En líneas generales los aneurismas muy chicos y asintomáticos se los controla periódicamente con estudios de imágenes. Los sintomáticos no rotos se tratan por el riesgo de rotura y los aneurismas rotos representan una urgencia médica para el tratamiento. Hoy en día existen dos opciones terapeúticas: el clipado por microcirugía y la embolización endovascular.

El clipado microquirúrgico consiste en excluir el aneurisma de la arteria normal que le dio origen mediante el uso de clips o broches metálicos que se dejan de por vida en la unión de la arteria y el aneurisma evitando el riesgo futuro de rotura. La microcirugía ha demostrado ser muy eficaz en el tratamiento de los aneurismas y en general un aneurisma bien ocluído no se vuelve a formar. Mucho menos frecuente como tratamiento es cerrar la arteria que dio origen al aneurisma y/o hacer un by-pass.
La embolización endovascular es la alternativa al clipado microquirúrgico. Ambos tratamientos son cirugías de alta complejidad con resultados y posibilidad de complicaciones similares.

MALFORMACION ARTERIOVENOSA

es un ovillo de arterias y venas defectuosas localizadas en el cerebro o la médula espinal originadas en la época embrionaria o fetal. En general son asintomáticas y se las descubre por casualidad. Los síntomas están en relación a la localización de la MAV pero los más frecuentes son: cefaleas, convulsiones, debilidad o menor fuerza de la mitad del cuerpo, problemas del lenguaje, trastornos visuales, problemas para caminar, etc. En general los síntomas aparecen entre los 20 y 40 años, pudiendo ser por irritación cerebral, alteración en la circulación o por hemorragia, siendo este el peligro potencial más grande. Las MAV pueden permanecer estables por años o agravarse repentinamente. El diagnóstico se realiza mediante la Tomografía computada, la Resonancia magnética con angioRMN, y el estudio principal es la Angiografía digital 3D. La angiografía es muy útil debido a que da información de la localización, forma, tamaño y el comportamiento dinámico de la MAV (como circula la sangre por dentro de la malformación); también aporta información sobre si existen factores de riesgo de ruptura y provocar hemorragia, lo que aceleraría los tiempos del tratamiento. Por último, las MAV que sangraron una vez tienen mayor probabilidad de sangrado futuro (alrededor de 9 o 10 veces más en el primer año) que las MAV que nunca sangraron.
El tratamiento requiere de un análisis preciso de la historia clínica del paciente (antecedentes médicos, edad, síntomas que le causa la MAV y el examen neurológico) y los medios diagnósticos mencionados previamente. En FLENI analizamos cada paciente en Ateneos multidisciplinarios para aconsejar e indicar el mejor tratamiento. Las opciones de tratamiento son 2:
■Conservador: se controla periódicamente al paciente en consultorio y con imágenes diagnósticas. Es habitual el uso de medicamentos para la cefalea o las convulsiones.
■Cirugía: actualmente es el único tratamiento para curar la MAV. Dentro de la cirugía tenemos 3 opciones: la Microcirugía convencional (MC), la Radiocirugía con GammaKnife (RKN) y la Embolización endovascular (EE). La elección del tratamiento es una estrategia elaborada en los ateneos multidisciplinarios pudiendo utilizar mas de una opción terapeútica (por ejemplo, EE + MC, EE + RKN, MC + RKN) o una sola opción de tratamiento como la MC o RKN. La Embolización endovascular como único tratamiento cura menos del 10 % de las MAV y generalmente se usa combinada con la MC o la RKN.

CAVERNOMAS O MALFORMACIONES CAVERNOSAS

es una lesión sólida que en su interior tiene grietas o cavernas por donde transcurre la circulación. La mayoría de las veces son únicas, son mas frecuentes en el interior del cerebro que en la médula espinal. Pueden tener diferentes tamaños e incluso crecer a lo largo de la vida. Los síntomas están dados por irritación, compresión o rotura-sangrado a su alrededor (la magnitud de la hemorragia es menor que los aneurismas y MAV) siendo similar a los síntomas de las MAV. El diagnóstico es mediante la Tomografía Computada y fundamentalmente con la Resonancia Magnética Nuclear. Muchos de los cavernomas son controlados en consultorio, pero otros deben ser operados dependiendo de la historia clínica (antecedentes, edad, síntomas, examen neurológico), tamaño y localización del cavernoma.

OTRAS LESIONES VASCULARES

son los Malformaciones o Angiomas venosos y las Telangiéctasias capilares. Son lesiones benignas, generalmente descubiertas por casualidad y no requieren tratamiento.